Clasing es una edtech con crecimiento exponencial. Además de un crecimiento muy rápido de estaban desarrollando múltiples productos simultáneamente: un nuevo portal de estudiantes, un portal de RRHH, un backoffice y una app de ejercicios. Me incorporé como Product Manager con el reto de ordenar la entrega, alinear los equipos y devolverle ritmo y claridad al producto.
2024
Product Manager
02 Product Designers
02 Marketing
05 Devs
 
            La compañía estaba intentando escalar sin una base operativa sólida. Los equipos trabajaban en paralelo, sin priorización ni validación temprana.
No existían procesos de diseño ni estimaciones, y cualquier contratiempo menor se convertía en un cuello de botella importante.
Además, con la irrupción de la IA, la empresa corría el riesgo de quedarse atrás tecnológicamente si no mejoraba su capacidad de adaptación.
Tras una auditoría interna y una primera sesión con los equipos, identificamos tres áreas clave de intervención:
| Área de ejecución | Área operativa | Área de comunicación | 
Los principales problemas detectados fueron:
 
            Mi primer trabajo fue mapear todos los departamentos y procesos de Clasing. Aquí mi principal partner fue RRHH: juntos registramos necesidades, dependencias y definimos responsabilidades de equipos y personas.
Con estas sesiones detectamos que el problema no era técnico, sino estructural: faltaba una capa operativa que conectara la estrategia con la ejecución.
Para resolverlo, comenzamos a crear esa capa operativa desde cero:
De esos talleres nació un roadmap transversal, priorizado por impacto y viabilidad, que convirtió la dispersión en una visión compartida
También establecimos nuevas herramientas y rutinas internas:
Implementar estas prácticas fue como darnos a todos un GPS para movernos rápido sin chocarnos.
Gracias a las dailies y la nueva visibilidad, por primera vez la empresa sabía hacia dónde iba. Y como resultado tangible: el 80% del roadmap se cumplió dentro del tiempo estimado, algo notable en un entorno previamente caótico.
 
            Con el equipo ya alineado, tomamos algunas decisiones difíciles de personal y nos preparamos para el siguiente paso: Ari, la nueva capa de inteligencia artificial de Clasing.
El nombre —que propuse yo— nació en homenaje a un proyecto primitivo de la compañía y a dos personas clave, Adri y Ali.
Ari se convirtió rápidamente en la gran propuesta de valor de Clasing, impulsando tanto la experiencia de usuario como las ventas.
En solo dos meses lanzamos funcionalidades que antes habrían parecido imposibles:
No eran solo features nuevas, eran nuevas formas de aprender.
 
            Paralelamente al desarrollo, era evidente que todos estas nuevas features había que contarlas bien. Y ahí surgió un problema que muchos no veían: Clasing estaba invirtiendo mucho tiempo en una identidad de marca errónea.
Gracias a mi paso por Wetaca con Gabriela Lendo, pude detectar que esa identidad estaba obsoleta y desconectada de los valores reales del equipo, que giraban en torno a la pasión, autenticidad y honestidad
Así que invertimos un poco de tiempo en darle un nuevo enfoque en el que:
Era como ponerle voz y cara a todo el trabajo que Ari y el equipo habían hecho. La ejecución era la magia, la comunicación era el espejo que la reflejaba al mundo, y ahora además era verdadera.
 
            
El cambio cultural fue tan fuerte como el técnico. El equipo, antes fragmentado, comenzó a coordinarse de forma natural. Había ownership, comunicación y curiosidad.
Algunas de las cosas que confirmamos fueron:
Y sobre todo: